21.- LA ABSTENCIÓN ELECTORAL ¿ES UN MENSAJE? - Por: Héctor Gonzalo Córdoba Espitia
29.05.2014 13:47
Los 18.623.394 ciudadanos que se abstuvieron de votar, más los 770.610 que votaron en blanco, los 311.758 que anularon sus votos y los 52.994 que no los marcaron, son el gran total de 19.758.756 ciudadanos que manifiesta su rechazo al modo como la clase política está imponiendo su voluntad por medio del clientelismo y la corrupción. El mensaje ha sido evidente, el 60% de los ciudadanos son verdaderos dueños de sus votos, no tienen enajenada su voluntad política bajo los efectos de los engaños de los politiqueros y no actúan como borregos.
Si, bien es cierto que esa actitud pasiva ha tenido la gran importancia de expresar que son muchos más los que no aceptan lo malos manejos de la política y del gobierno, en las actuales circunstancias ya no es sensato continuar absteniéndose de participar activamente con el voto aunque no haya un candidato que merezca el apoyo por ser garante de liberar el ejercicio de la política de los vicios de corrupción y de clientelismo con los que se falsea la democracia, y ser garante de que el ejercicio del gobierno no será exclusivamente en favor de los intereses de la oligarquía plutocrática.
Los resultados de la primera vuelta electoral ponen en peligro el futuro de esta nación de caer otra vez en la horrible noche de los gobiernos autoritarios, inquisitoriales, caudillistas, mesiánicos y populistas de la extrema derecha, que se sostienen por la fuerza haciendo la guerra contra los ciudadanos que no estén de acuerdo con sus abusos, o haciendo la guerra contra los países vecinos.
El 60% de los ciudadanos verdaderos dueños de sus votos tiene el deber ético y patriótico de votar en contra de ese tipo de gobierno que ya está agazapado esperando dar el salto al poder para condenar a las generaciones venideras a otros cien años de opresión.
En esta situación coyuntural de la política colombiana votar por la reelección de Santos no tiene el significado de premiar su actuación en el gobierno de los cuatro primeros años, porque no ha resuelto los grandes problemas que afectan a la gran mayoría de los habitantes. El voto por Santos es el voto contra el candidato de la extrema derecha absolutista, autoritaria e inquisitorial. Debe ser un voto en cantidades arrolladoras, con el que pueda afirmarse que definitivamente cesó la horrible noche y llega la aurora de la esperanza de la paz.
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