Las investigaciones de las Ciencias Naturales han demostrado que los seres de la especie humana han evolucionado de manera permanente a lo largo de millones de años, desde su origen en el mundo animal dentro del grupo de clasificación de los primates, en la rama de los simios, de donde se separaron en el proceso de evolución biológica hace unos quince millones de años, pasando a conformar diversificadas familias de homínidos que han sido los precursores más antiguos del hombre.
El especial proceso de evolución de los seres humanos, desde los antepasados, al parecer está relacionado con el gran desarrollo del cerebro y del sistema nervioso y se manifiesta en el gran avance de su adaptación al medio ambiente, mediante la cual han conseguido mejores condiciones de subsistencia y de supervivencia y han obtenido los mayores progresos en la relación con la Naturaleza, logrando el conocimiento del mundo que les rodea y el desarrollo de comportamientos que modifican favorablemente las condiciones de su modo de vivir.
Por tanto, el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso de los seres humanos ha hecho posible que mediante la asociación de las sensaciones percibidas por los órganos de los sentidos puedan conformar las ideas y que por medio de la asociación de las ideas conformen los pensamientos y los juicios y de esa manera alcancen el conocimiento de la realidad del mundo que les rodea y con ella obtengan la Ciencia.
El conocimiento es transmitido entre los seres humanos por medio del lenguaje y es reunido ordenadamente en la memoria de cada cerebro, conformando el contenido de las mentes. La comunicación de las mentes de los seres humanos constituye la mentalidad de los grupos humanos o de las naciones y de la humanidad entera. Así pues, el conocimiento y las capacidades de pensar y de comunicar los pensamientos son los alcances de la evolución de la especie humana que establecen la gran diferencia de esta especie en relación con las demás del mundo animal.
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