1 - El verdadero sentido de la palabra democracia

22.01.2019 15:42

               La palabra democracia ha sido muy usada para engañar a la gente; los políticos que son esbirros de la Oligarquía han extendido la creencia de que este sistema de gobierno solamente consiste en hacer elecciones para elegir a los gobernantes y que los elegidos tienen el derecho a gobernar como mejor les parezca. Pero el correcto sentido semántico de esta palabra es muy distinto y poco mencionado o difundido; este sentido exclusivamente se refiere al modo de gobierno en el cual el Pueblo es el gobernante. Este modo de gobierno se realizará dando fiel cumplimiento a los mandatos de la voluntad política de la mayoría de los ciudadanos; los cuales se expresarán en los programas de gobierno que sean elegidos en los procesos electorales.

               La palabra democracia proviene de la lengua griega; desde la época histórica de la Antigüedad, ésta palabra significaba para los Griegos: “gobierno del Pueblo” pero en la realidad no gobernaba todo el Pueblo sino una minoría de ricos que eran los únicos considerados como ciudadanos si cumplían el requisito de poseer tierras en el Ática y si comprobaban que no eran deudores del Estado y que tenían el goce de los derechos políticos. Así, el significado semántico de la palabra democracia provenía de que en Atenas el verdadero soberano era la asamblea de muy pocos individuos que en ese entonces conformaban el Pueblo; en esa asamblea eran aprobados los decretos y las leyes mediante votación, después de amplias discusiones en las que participaban muy elocuentes oradores, a quienes denominaban demagogos o conductores de la ciudad.

               En el Siglo IV a. de J.C. ya existía la democracia en Grecia y llegó a ser muy famosa forma de gobierno en la que se distinguió Pericles como gran orador; de ese político existen muchas referencias históricas. Con el transcurso del tiempo ha cambiado la democracia, junto con la evolución de las naciones; claramente se distinguen dos principales formas de este modo de gobierno: la democracia representativa y la democracia directa.

               En la forma representativa, los ciudadanos eligen a los políticos que los representan en los congresos, parlamentos o asambleas y los elegidos debaten en esas corporaciones el contenido de las leyes con las cuales se desarrolla el gobierno. Esta es la forma más usada en la mayoría de las naciones, pero tiene defectos que desnaturalizan la representación de la voluntad de los electores y la convierten en el modo artificioso con el cual se suplanta esa voluntad y se gobierna según las personales conveniencias e intereses de los representantes, sin tener en cuenta las conveniencias e intereses de los representados, ni las de la nación. En la práctica, en esta forma de gobierno no existe representación de la voluntad política del Pueblo sino la delegación de su poder político a unos ciudadanos que se dedican al oficio de la política como profesión; esa delegación ocurre la mayor parte de las veces porque los ciudadanos eligen a los políticos para que gobiernen según el parecer y las conveniencias de esos políticos.

               Otras veces, cuando el modo de elegir consiste en que los electores voten motivados en las promesas de quienes aparentan ser sus representantes, no es raro que después de la elección se realice la suplantación de la voluntad de aquellos por el no cumplimiento de lo prometido y porque los elegidos obren de manera contraria a las expectativas y a la voluntad de los electores. 

               De manera muy diferente, en la forma de democracia directa aparecerá el conjunto de todos los ciudadanos conformando el sujeto político denominado Pueblo, el cual tendrá la característica exclusiva de soberanía que le facultará como máxima autoridad para el ejercicio del gobierno de la nación.

               Aunque todos y cada uno de los ciudadanos tendrán igual poder político, solamente la voluntad mayoritaria de ellos será la que obtenga el poder político jurídicamente necesario para obligar a todos los órganos del poder público a dar cumplimiento al programa de gobierno elegido. Esa voluntad mayoritaria se conformará, por lo menos, con la mitad más uno de los inscritos en el censo electoral y se manifestará en la elección de uno de los programas de gobierno que compiten en los procesos electorales.

               Así, cuando los ciudadanos elijan programas de gobierno estarán expresando directamente sus voluntades políticas y estarán ejerciendo sus poderes políticos individuales; de ese modo, el gobierno lo realizará directamente el Pueblo. En cada periodo de gobierno la Asamblea Legislativa deberá redactar las leyes en exacta conformidad con el programa elegido; la totalidad de los miembros de esa Asamblea se elegirá de la lista que acompañe al programa de gobierno que obtenga la mayoría de los votos.

 

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